Los probióticos, como nuestros suplementos de Probióticos de Intelligent Labs, han tenido un gran éxito en cuanto al número de ventas en los últimos años. Estos microorganismos vivos pueden ser invisibles a simple vista, pero puedes sentir sus beneficios en todo tu cuerpo. Así pues, los beneficios de los probióticos no se limitan al sistema digestivo, sino que ¡también se extienden al cerebro! En este artículo, presentaremos los psicobióticos y explicaremos cómo conectan el cerebro y el intestino.
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¿Qué son los psicobióticos?
Los psicobióticos son una clase de probióticos que pueden proporcionar beneficios para la salud mental. Los psicobióticos producen neurotransmisores que las células nerviosas, también conocidas como neuronas, usan para “hablar” entre sí. En particular, la serotonina, la dopamina, el GABA, la norepinefrina y la acetilcolina son ejemplos de neurotransmisores producidos en el intestino1.
Actualmente, varias cepas bacterianas han sido identificadas como psicobióticos, incluyendo2 3:
- Lactobacillus rhamnosus
- Bifidobacterium breve
- Lactobacillus casei
- Bifidobacterium longum
- Lactobacillus paracasei
- Lactobacillus plantarum
Estas seis cepas psicobióticas se encuentran en nuestros Probióticos y Prebióticos para Adultos. Cada cápsula contiene 10 cepas patentadas y resistentes a los ácidos y la bilis, así como 2 tipos de fibras prebióticas para nutrir a los probióticos. También usamos tecnología de embalaje activo y cápsulas de liberación retardada ¡para ayudar a garantizar que los probióticos lleguen vivos a tu intestino!
¿Qué es el microbioma intestinal y cómo afecta a tu salud?
El microbioma intestinal alberga billones de microorganismos, como bacterias, hongos y virus. En este sentido, probablemente ya te habrás dado cuenta que los psicobióticos pertenecen al tipo de bacterias “buenas”.
De hecho, el microbioma intestinal es absolutamente esencial para nuestra existencia. Estos microbios ayudan a digerir los alimentos, estimulan nuestro sistema inmunológico ¡e incluso mantienen nuestra salud mental4!
Pero este ecosistema vivo necesita un equilibrio entre sus “residentes” buenos y malos. La alternativa es, como mínimo, no deseable. La mayoría de nosotros hemos luchado con los efectos del desequilibrio intestinal en un momento u otro. Los síntomas más habituales van desde molestias digestivas leves hasta infecciones intestinales graves.
¿Cómo pueden los microbios en el intestino afectar la salud mental?
El microbioma intestinal influye en cómo piensas, te comportas y reaccionas al estrés5. ¿Pero cómo? Pues bien, la clave está en el eje intestino-cerebro.
Como su nombre sugiere, este eje conecta el tracto gastrointestinal con el cerebro y el sistema nervioso central. Este eje es la razón por la cual el estado o la composición de tu microbiota intestinal ¡puede afectar directamente tu estado mental! Por ejemplo, si te sientes ansioso, deprimido o tienes problemas para concentrarte, puede deberse a una disbiosis intestinal6.
Además de la sensación de “mariposas en el estómago”, también se dice que el eje intestino-cerebro es responsable de los llamados “instintos viscerales”. Se trata de ese sentimiento inexplicable en el que estamos absolutamente seguros de algo, pero no podemos explicar por qué.
Curiosamente, los científicos también han descubierto que la mayoría de las personas con autismo tienen algún tipo de anomalía en el intestino. Estos pueden ser alergias, sensibilidad al gluten, problemas digestivos, etc. ¿El culpable? Un menor número de especies de Bacteroides fragilis en el intestino7.
Para determinar si aumentar la población de B. fragilis puede ayudar a mejorar los síntomas, los investigadores alimentaron ratones (con síntomas de autismo) con esta cepa en particular. Sorprendentemente, ¡funcionó! El microbioma intestinal de los ratones cambió y, lo que es más importante, también mejoró su comportamiento8.
Y aquí está el truco: estos microbios pueden llegar a desempeñar un papel en el desarrollo de nuestras personalidades. Para comprobar esta teoría, los científicos utilizaron ratones libres de gérmenes y trasplantaron bacterias de ratones donantes. Sorprendentemente, los ratones previamente libres de gérmenes ¡adquirieron la personalidad del ratón donante9!
¿Qué tiene que ver el “segundo cerebro” con todo esto?
Espera, ¿cómo? ¿Hay un segundo cerebro?
Obviamente solo tenemos un órgano llamado “cerebro”. Pero para la mayoría de efectos y funciones, en realidad el Sistema Nervioso Entérico (SNE) también cumple los requisitos. Entérico significa “intestinal”, por lo que las siglas SNE se traducen literalmente como “sistema nervioso intestinal”.
El SNE está incrustado en el revestimiento del intestino y se extiende desde el esófago hasta el recto. Tiene un sistema similar a una malla de cientos de millones de neuronas10. Puede parecer mucho, pero es diminuto en comparación con los ¡86 mil millones de neuronas del cerebro!
Es posible que el Sistema Nervioso Entérico (SNE) no sea capaz de pensar como el cerebro, pero es capaz de funcionar independientemente del sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal). Como resultado, el intestino puede procesar, digerir y absorber automáticamente nuestros alimentos sin que tengamos que pensar en ello.
¿Cuáles son los beneficios para la salud mental de los psicobióticos?
El campo de la psicobiótica es relativamente joven, pero los beneficios para la salud mental observados (mayormente) en estudios con animales son muy prometedores. Éstos son algunos de ellos:
Los psicobióticos pueden ayudar a mejorar los comportamientos relacionados con los trastornos psiquiátricos
Un grupo de investigadores analizó 38 ensayos controlados aleatorios que estudiaron los efectos de varias cepas probióticas en humanos y animales11. Encontraron que los probióticos ayudan a mejorar algunos comportamientos, tales como:
- Ansiedad
- Depresión
- Desorden del espectro autista
- Desorden obsesivo compulsivo
- Memoria
La mayoría de los estudios utilizaron cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, incluidas algunas de las cepas que se encuentran en nuestro suplemento de Probióticos y Prebióticos para Adultos.
Los psicobióticos pueden ayudar a impulsar la producción de neurotransmisores
Diferentes neurotransmisores hacen cosas diferentes, pero todos ellos tienen un efecto en el cuerpo. Por ejemplo, la serotonina es conocida como un estabilizador del estado de ánimo, mientras que la dopamina lo es como una sustancia química de recompensa. De hecho, ¡hasta el 90% de la serotonina y el 50% de la dopamina se producen en el intestino12 13!
Como se mencionó anteriormente, puedes encontrar la gran mayoría de estas cepas productoras de neurotransmisores en nuestros Probióticos y Prebióticos para Adultos de Intelligent Labs.
Los psicobióticos pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la depresión
Se realizó una revisión sistemática de cinco ensayos clínicos por parte de un grupo de científicos, los cuales involucraron a más de 180 sujetos. Llegaron a la conclusión de que los probióticos tienen un efecto positivo sobre los síntomas de la depresión, especialmente en pacientes de 60 años o menos. Aparentemente, sin embargo, no tuvieron el mismo efecto en pacientes de 65 años o más14.
Entonces, ¿cuál podría ser una buena alternativa para las personas mayores?
Pues bien, los psicobióticos no son lo único que puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y aliviar la ansiedad. Los nootrópicos naturales como nuestra Fosfatidilserina ¡también pueden ayudar! La investigación científica ha demostrado que los nootrópicos pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo, la lucidez mental y la motivación.
Si tienes la intención de tomar psicobióticos o nootrópicos por sus beneficios para la salud mental, te recomendamos encarecidamente que primero busques asesoramiento médico profesional.
Conclusión
Un microbioma intestinal saludable es vital para el cerebro y la salud mental. Como has podido aprender en este artículo, los psicobióticos también ayudan a mejorar el estado de ánimo y aliviar la depresión y la ansiedad. Sin duda, se necesita más investigación en humanos, pero ¡los estudios realizados hasta ahora han sido muy prometedores!
Referencias:
- Wall, Rebecca, et al. “Bacterial Neuroactive Compounds Produced by Psychobiotics.” SpringerLink, 2014, link.springer.com/chapter/10.1007/978-1-4939-0897-4_10 ↩︎
- Wang, Huiying et al. “Effect of Probiotics on Central Nervous System Functions in Animals and Humans: A Systematic Review.” Journal of neurogastroenterology and motility vol. 22,4 (2016): 589-605. doi:10.5056/jnm16018 ↩︎
- Yong, Shin Jie et al. “Antidepressive Mechanisms of Probiotics and Their Therapeutic Potential.” Frontiers in neuroscience vol. 13 1361. 14 Jan. 2020, doi:10.3389/fnins.2019.01361 ↩︎
- Bull, Matthew J, and Nigel T Plummer. “Part 1: The Human Gut Microbiome in Health and Disease.” Integrative medicine (Encinitas, Calif.) vol. 13,6 (2014): 17-22. ↩︎
- Foster, Jane A. “Gut feelings: bacteria and the brain.” Cerebrum : the Dana forum on brain science vol. 2013 9. 1 Jul. 2013 ↩︎
- Clapp, Megan et al. “Gut microbiota’s effect on mental health: The gut-brain axis.” Clinics and practice vol. 7,4 987. 15 Sep. 2017, doi:10.4081/cp.2017.987 ↩︎
- Hsiao, Elaine Y et al. “Microbiota modulate behavioral and physiological abnormalities associated with neurodevelopmental disorders.” Cell vol. 155,7 (2013): 1451-63. doi:10.1016/j.cell.2013.11.024 ↩︎
- Hsiao, Elaine Y et al. “Microbiota modulate behavioral and physiological abnormalities associated with neurodevelopmental disorders.” Cell vol. 155,7 (2013): 1451-63. doi:10.1016/j.cell.2013.11.024 ↩︎
- Schmidt, Charles. “Mental Health May Depend on Creatures in the Gut.” Scientific American, 1 Mar. 2015, www.scientificamerican.com/article/mental-health-may-depend-on-creatures-in-the-gut/ ↩︎
- Fleming, Mark A 2nd et al. “The Enteric Nervous System and Its Emerging Role as a Therapeutic Target.” Gastroenterology research and practice vol. 2020 8024171. 8 Sep. 2020, doi:10.1155/2020/8024171 ↩︎
- Wang, Huiying et al. “Effect of Probiotics on Central Nervous System Functions in Animals and Humans: A Systematic Review.” Journal of neurogastroenterology and motility vol. 22,4 (2016): 589-605. doi:10.5056/jnm16018 ↩︎
- Yano, Jessica M et al. “Indigenous bacteria from the gut microbiota regulate host serotonin biosynthesis.” Cell vol. 161,2 (2015): 264-76. doi:10.1016/j.cell.2015.02.047 ↩︎
- Eisenhofer, Graeme, et al. “Substantial Production of Dopamine in the Human Gastrointestinal Tract.” The Journal of
Clinical Endocrinology & Metabolism, vol. 82, no. 11, 1997, pp. 3864–71. Crossref, https://doi.org/10.1210/jcem.82.11.4339. ↩︎ - Huang, Ruixue et al. “Effect of Probiotics on Depression: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials.” Nutrients vol. 8,8 483. 6 Aug. 2016, doi:10.3390/nu8080483 ↩︎