Dos de las dietas más populares en los últimos años son la paleo (la dieta paleolítica) y la keto (la dieta cetogénica). Si te pasa como a mí, es posible que te cueste distinguirlas. Vamos a echar un vistazo a las dietas paleo y keto para descubrir qué es lo que tienen en común y qué las diferencia.
¿Qué es la dieta paleo?
Básicamente, la dieta paleo se basa en los alimentos que tenían a su disposición los primeros humanos durante el Paleolítico (es decir, ¡desde hace 2,5 millones de años hasta hace 10.000 años!). Como podrás imaginar, estos alimentos son los que consideramos simples o incluso primitivos; es decir, cualquier cosa que se pudiera recoger en la naturaleza o que se cazara, como la fruta, las verduras y la carne. Muchas personas deciden seguir la dieta paleo por diversos motivos, por ejemplo, para mejorar el equilibrio de azúcar en la sangre, perder peso o por su salud intestinal y autoinmune. Los alimentos que están restringidos en la dieta paleo son los cereales, los azúcares refinados, las judías y legumbres, las patatas, los alimentos procesados, la sal, los aceites vegetales refinados y los productos lácteos. Por lo general, la dieta paleo es alta en proteínas y fibras, y moderada en carbohidratos (con una cantidad inferior a la de la dieta occidental tradicional). Como los alimentos procesados están prohibidos, la mayoría de los carbohidratos procederán de la fruta y las verduras.
¿Qué es la dieta keto?
La gente que sigue una dieta cetogénica normalmente busca una cosa: perder peso. Por supuesto, aporta muchos otros beneficios a la salud, pero bajar de peso es, con diferencia, la razón más popular para probar la dieta keto. El objetivo del keto es entrar en cetosis, un estado metabólico en el que el cuerpo quema ácidos grasos en lugar de glucosa para obtener energía, lo cual produce cetonas y, por tanto, puede ayudar a producir una rápida pérdida de peso. En la dieta keto, el interés reside en los macros, que pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, por norma general solo el 5% aproximadamente del presupuesto de calorías puede proceder de los carbohidratos y hasta un 75-80% debe proceder de la grasa. Aunque no hay ningún grupo de alimentos en concreto que esté completamente prohibido en la dieta keto, restringir el consumo de carbohidratos a una cantidad tan baja te hará dar prioridad al pequeño presupuesto de carbohidratos que está permitido. Esto significa que probablemente tendrás que limitar las frutas y verduras en tu dieta y renunciar a alimentos como cereales, legumbres y arroz.
Similitudes
Hasta ahora, estas dos dietas parecen bastante diferentes, ¿verdad? Sorprendentemente, sí tienen algunos aspectos en común. Estas dos dietas:
- Evitan los cereales, las legumbres y los azúcares refinados.
- Destacan las grasas saludables, como las semillas, los aguacates y los aceites sin refinar.
- Fomentan un consumo adecuado de proteínas procedentes de fuentes animales.
- Animan a consumir verduras bajas en carbohidratos y vegetales verdes.
Paleo y keto: diferencias
Por supuesto, estas dietas tienen más diferencias que similitudes. Estas son algunas:
- La dieta keto se centra en los macros, mientras que la paleo está más relacionada con los tipos de alimentos que se consumen. La paleo no es una dieta especialmente baja en carbohidratos, a diferencia de la keto.
- La dieta paleo restringe los lácteos, mientras que los productos lácteos enteros son una parte importante de la dieta keto.
- Para seguir una dieta keto adecuadamente, es necesario comprobar las cetonas de la sangre para confirmar la cetosis, mientras que seguir una dieta paleo solo implica tomar unos tipos de alimentos concretos.
- Las frutas y verduras son ilimitadas en la paleo, pero están bastante restringidas en la keto (a excepción de los vegetales verdes y de las verduras sin almidón).
¿Puedes seguir una dieta paleo y keto al mismo tiempo?
Si quisieras hacerlo de verdad, ¡claro que podrías! Sería una dieta muy restrictiva y habría que planear mucho, pero es posible. Para seguir una dieta paleo y keto:
- Elimina los productos lácteos excepto el ghee y la mantequilla de origen orgánico.
- Si necesitas usar un edulcorante, escoge uno natural y sin calorías (como la estevia).
- Si están a tu disposición, decántate por proteínas de animales alimentados con pasto o hierba.
- Limita los carbohidratos para respetar tus macros keto diarios, entrar en cetosis y mantenerla.
¿Qué significa todo esto? Pues, básicamente, que si quieres perder peso, la dieta keto probablemente sea tu mejor opción. Sin duda alguna podrás perder peso con la paleo, pero la mayoría de la gente decide seguirla por distintos motivos de salud o por una preferencia personal.
Paleo y keto: ¿cuál es la mejor opción para perder peso?
Si has decidido perder un par de kilos antes del verano, probablemente estarás buscando una dieta eficaz que te ayude a mantener el peso a raya. No tiene sentido pasar por todo el proceso si vas a coger peso de nuevo en cuanto empieces a tomar carbohidratos, ¿verdad? Cuando se trata de perder peso, las dos dietas darán resultados fantásticos. En primer lugar está el peso en agua y, después, el exceso de grasa. Pero, cuando termines con las restricciones del régimen, tendrás que encontrar una forma de mantener el peso. Es decir, deberás escoger una dieta sostenible que pase a formar parte de tu estilo de vida. ¿Cuál de las dos te ayudará a perder más peso en menos tiempo? Si tomas muchos carbohidratos, cenas grasas cada noche y empiezas a hacer una dieta paleo o keto, ¡ambas dietas harán maravillas! Pero debes recordar que el mero hecho de hacer paleo no garantiza que vayas a perder peso. La dieta paleo incluye muchos alimentos fantásticos, como frutas y verduras nutritivas, pero, si no prestas atención a las calorías, no perderás peso. Deberás tener especial cuidado si tienes la costumbre de tomar aperitivos con muchas calorías, como nueces, avellanas o pistachos. De hecho, si no tienes suficiente cuidado, podrías incluso ganar peso con la dieta paleo. Si hablamos de la eficacia para perder peso de la dieta paleo y keto, no hay duda de que la keto sale ganando. La gente que sigue una dieta keto no suele preocuparse por las calorías, porque suelen comer menos. Además, el mismo proceso de cetosis te ayudará a bajar de peso (al fin y al cabo, ¡utilizas la grasa como combustible!). Por otra parte, es muy poco probable que te pongas a picar pollo asado, lechuga o huevos y, como los carbohidratos están prohibidos, al final acabarás comiendo menos. Además, la dieta keto tiene otra ventaja psicológica: como los resultados aparecen muy rápido (literalmente, verás la diferencia en una semana), sentirás la motivación necesaria para seguir adelante. ¿El resultado? ¡Seguirás perdiendo peso!
