¿Puede el Omega-3 mejorar la sensibilidad a la insulina?

Escrito por Cassi O'Brien
Revisado por Kimberly Langdon
imagen destacada del artículo sobre cómo el omega-3 mejora la sensibilidad a la insulina

¿Tienes problemas con la insulina pero no te gusta la idea de tomar medicamentos sintéticos como la Metformina? Pues bien, existe un complemento alimenticio natural muy popular ¡que puede ser la respuesta a tus problemas de salud! Lee el artículo completo para descubrir si es realmente cierto que «el omega-3 mejora la sensibilidad a la insulina».

¿Qué es exactamente la insulina?

La insulina es una hormona producida por las células beta dentro del páncreas. Es responsable de utilizar la glucosa (azúcar en sangre) para que pueda almacenarse o usarse como fuente de energía del cuerpo. Dado que desempeña un papel tan importante en el funcionamiento adecuado del organismo, puede provocar problemas de salud graves si no se regula.

¿Qué es la sensibilidad a la insulina?

La sensibilidad a la insulina está relacionada con la forma en que el cuerpo metaboliza la glucosa y almacena su fuente de energía. Se plantea con mayor frecuencia en relación con el tema de la diabetes, aunque la sensibilidad a la insulina puede ser un problema muy complejo y puede deberse a diversos factores.

Los tratamientos para la sensibilidad a la insulina alterada son numerosos. Existen múltiples medicamentos para tratamientos de resistencia a la insulina, así como dietas para la resistencia a la insulina. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que una forma óptima de ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina también se puede encontrar en una simple cápsula llena de líquido: los suplementos de omega-3.

hombre y mujer sentados en la playa

Problemas de sensibilidad a la insulina

Hay dos tipos principales de problemas de sensibilidad a la insulina:

Alta sensibilidad a la insulina

Un individuo con alta sensibilidad a la insulina requiere menos insulina para metabolizar la glucosa y su cuerpo tiende a producir menos insulina de la necesaria. Si se libera o se inyecta demasiada insulina, esto puede provocar hipoglucemia, que es una condición médica en la que no hay suficiente glucosa en el torrente sanguíneo.

Los síntomas más comunes de la hipoglucemia son los temblores y el delirio. En casos graves, también puede producirse un coma e incluso la muerte. Sin embargo, es probable que esto se deba a un tumor muy raro llamado insulinoma, así como a la inyección de demasiada insulina.

Baja sensibilidad a la insulina

Este es el tipo de problema relacionado con la insulina más común y es un sello distintivo de la diabetes tipo 2. También se la conoce como “resistencia a la insulina”. En esta afección, el cuerpo tiene dificultades para metabolizar la glucosa porque la insulina no funciona correctamente y el páncreas responde produciendo más insulina.

Esto puede provocar hiperinsulinemia, que consiste en tener demasiada insulina en el torrente sanguíneo. Dado que existe dificultad con la utilización de la glucosa, la hiperglucemia también es común en personas con resistencia a la insulina.

La presión arterial alta, los problemas cardíacos y vasculares, la densidad ósea y ciertos cánceres están asociados con la resistencia a la insulina a largo plazo. Los factores que causan la resistencia a la insulina no están determinados, pero se cree que la presencia de grasa visceral desempeña un papel importante.

hombre parado en un acantilado con el océano debajo de él

Cómo el omega-3 ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina

Durante mucho tiempo se ha sospechado que los ácidos grasos omega-3 tienen el potencial de ayudar a quienes padecen una sensibilidad anormal a la insulina. Pero no fue hasta los últimos años que la comunidad científica realizó investigaciones sólidas sobre el tema, las cuales respaldan estas afirmaciones sobre las interacciones del aceite de pescado con la insulina.

El mecanismo por el cual se cree que los ácidos grasos omega-3 regulan la insulina es mediante la interacción con los receptores celulares. Esta interacción permite que las células se unan más fácilmente a la insulina y puede ayudar a revertir la resistencia a la insulina.

En la última década se han estudiado los efectos de los omega-3 sobre la diabetes y la sensibilidad a la insulina tanto baja como alta, y las conclusiones respaldan en gran medida la eficacia del omega-3 para mejorar la sensibilidad a la insulina.

A continuación te mostramos algunos ejemplos:

  • En un estudio publicado en 2007 se examinó el posible efecto de los omega-3 en la prevención de la diabetes tipo 1 en niños predispuestos. A los participantes del estudio se les administraron suplementos diarios de aceite de bacalao, que contienen tanto DHA como EPA, durante la infancia y la edad juvenil. Los resultados del estudio mostraron un riesgo reducido de desarrollar diabetes tipo 1 en niños con predisposición genética a padecerla1.
  • Las cualidades preventivas de los ácidos grasos omega-3 y el aceite de pescado no se limitan a la diabetes tipo 1, sino que también se ha observado que mejoran la resistencia a la insulina y previenen la aparición de diabetes tipo 2. En un estudio realizado en 2009, se observó que el DHA, el EPA y el ALA previenen o revierten la resistencia a la insulina2.
  • La reversión de la resistencia a la insulina mediante la suplementación con omega-3 también puede darse en mujeres embarazadas con diabetes gestacional. Un estudio muy reciente publicado en Clinical Nutrition observó que la resistencia a la insulina se redujo significativamente cuando los participantes del estudio recibieron dosis de 1000 mg de suplementos de omega-3 para ayudar a tratar la diabetes gestacional. Sin embargo, los niveles de glucosa en sangre se mantuvieron sin cambios3.
las mujeres embarazadas pueden beneficiarse del omega-3 para ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina

Más estudios sobre los beneficios del DHA y el EPA

De los tres ácidos grasos omega-3 más comunes, se ha demostrado que el DHA y el EPA tienen un mayor impacto en la mejora de la resistencia a la insulina. Estos dos ácidos grasos se encuentran casi exclusivamente en el pescado, aunque también los podemos obtener a través de suplementos de aceite de pescado omega-3.

En el Journal of Nutritional Biochemistry, se publicó un estudio que analizó únicamente los efectos del DHA. El estudio concluyó que hubo una mejora en aquellos individuos con sensibilidad a la insulina relacionada con la obesidad cuando se les administró DHA4.

Los efectos del EPA sobre la sensibilidad a la insulina en personas con diabetes tipo 2 se examinaron en 2013 en un estudio de carácter doble-ciego y controlado con placebo, que fue publicado en el Singapore Medical Journal. Los participantes recibieron 2 gramos de EPA purificado al día y se notó una disminución en los niveles de insulina. Esto sugiere que no se provocó que el páncreas produjera un exceso de insulina porque la resistencia a la insulina disminuyó5.

Omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para mantenerte saludable y una deficiencia de ellos puede causar una serie de problemas de salud. Un estudio publicado en 2012 encontró que una dieta rica en fructosa pero baja en ácidos grasos omega-3 tenía el potencial de alterar la señalización de los receptores de insulina en el hipocampo (una parte del cerebro). Esto sugiere que una posible forma de tratar la resistencia a la insulina y evitar una sensibilidad anormal a la insulina es mantener una dieta saludable que incluya ácidos grasos omega-3. Alternativamente, un suplemento de omega-3 de alta calidad también sería beneficioso para la salud6.

Conclusión: «¿puede el omega-3 mejorar la sensibilidad a la insulina?»

Como has aprendido en este artículo, el omega-3 mejora la sensibilidad a la insulina al tratar o reducir la resistencia a la insulina. En primer lugar, una deficiencia de este importante nutriente puede ser en realidad un factor importante en el desarrollo de resistencia a la insulina. Por lo tanto, asegúrate de obtener suficiente omega-3 en tu dieta. De lo contrario, tomar suplementos de aceite de pescado de alta calidad ricos en omega-3 es una excelente alternativa.

Referencias:

  1. Norris, Jill M et al. “Omega-3 polyunsaturated fatty acid intake and islet autoimmunity in children at increased risk for type 1 diabetes.” JAMA vol. 298,12 (2007): 1420-8. doi:10.1001/jama.298.12.1420 ↩︎
  2. Fedor, Dawn, and Darshan S Kelley. “Prevention of insulin resistance by n-3 polyunsaturated fatty acids.” Current opinion in clinical nutrition and metabolic care vol. 12,2 (2009): 138-46. doi:10.1097/MCO.0b013e3283218299 ↩︎
  3. Samimi, Mansooreh et al. “Effects of omega-3 fatty acid supplementation on insulin metabolism and lipid profiles in gestational diabetes: Randomized, double-blind, placebo-controlled trial.” Clinical nutrition (Edinburgh, Scotland) vol. 34,3 (2015): 388-93. doi:10.1016/j.clnu.2014.06.005 ↩︎
  4. Oliver E, McGillicuddy FC, Harford KA, et al. Docosahexaenoic acid attenuates macrophage-induced inflammation and improves insulin sensitivity in adipocytes-specific differential effects between LC n-3 PUFA. The Journal of Nutritional Biochemistry. 2012 Sep;23(9):1192-1200. DOI: 10.1016/j.jnutbio.2011.06.014. ↩︎
  5. Sarbolouki, Shokouh et al. “Eicosapentaenoic acid improves insulin sensitivity and blood sugar in overweight type 2 diabetes mellitus patients: a double-blind randomised clinical trial.” Singapore medical journal vol. 54,7 (2013): 387-90. doi:10.11622/smedj.2013139 ↩︎
  6. Oliver E, McGillicuddy FC, Harford KA, et al. Docosahexaenoic acid attenuates macrophage-induced inflammation and improves insulin sensitivity in adipocytes-specific differential effects between LC n-3 PUFA. The Journal of Nutritional Biochemistry. 2012 Sep;23(9):1192-1200. DOI: 10.1016/j.jnutbio.2011.06.014. ↩︎

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