Cuando pienso en mis primeros recuerdos relacionados con la comida, vuelvo a ser una niña en una acogedora cocina llena de olores deliciosos. Los olores de los alimentos son muy evocadores y el más sensorial de todos es el del café. Me moría de ganas de hacerme mayor para que me dejaran tomar esas enormes tazas de café servidas con deliciosas porciones de pastel de frutas. Para mí, ahí radicaba la esencia de ser adulto.
Un par de décadas después, los datos científicos demostraron que tenía razón. El café hace feliz a la gente. Tiene un efecto sobre muchos de los mensajeros químicos que ayudan a controlar el estado de ánimo, así que, cuando pensamos que un buen café con leche mejora nuestra sensación de bienestar, no son imaginaciones nuestras. ¡Es uno de los alimentos que aportan felicidad!
El café es una delicia keto perfecta para el otoño que te pondrá de buen humor, especialmente si decides servirlo con una porción generosa de bizcocho keto de plátano y coco.
Reúne todos los ingredientes.
Hierve el café.
Mientras tanto, calienta la leche, la calabaza, la mantequilla y las especias en un cazo hondo durante dos minutos y a fuego medio. Añade dos tazas de café a la mezcla y remuévelo bien. Aparta el cazo del fuego, añade la mitad de la nata y la stevia a la mezcla de café y bátelo con suavidad.
Sírvelo con la nata sobrante por encima.
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